MELOCOTÓN

MELOCOTÓN

Si curioso es el origen de los nombres de las frutas, en el caso del melocotón resulta realmente sorprendente. Se sabe que es originario de la China, donde se cultiva desde hace miles de años. Por la ruta de la seda pasó a Persia, donde lo conocieron griegos y romanos. Estos últimos generalizaron su cultivo en el área mediterránea y le llamaron, en un principio, Persicum malum (manzana persa),nombre que se fue simplificando, convirtiéndose en pessica, (persikon, en griego antiguo) del que derivan sus nombres actuales: piersika (ruso), pesca (italiano),
préssec (catalán), péche (francés), peach (inglés), Pfirsich (alemán).

El nombre castellano melocotón procede de la conjunción de malum (manzana) y cotonium (membrillo), en recuerdo a unos injertos realizados en la Hispania romana.

Duraznos es el nombre con que se conocen los melocotones en Sudamérica. Las nectarinas, a pesar de su aspecto, no resultan del cruce entre un melocotonero y un ciruelo, sino que son una variedad de melocotones de piel más fina y sabor un poco agridulce, como lo son las paraguayas, que presentan un color verde grisáceo, piel vellosa, sabor menos dulce y son algo aplanadas.

A pesar de su nombre, son originarias del Asia Central, aunque también se cultivan en el área mediterránea.
Variedades, todas ellas,que poseen unas propiedades dietéticas parecidas a las del melocotón. Una variedad especialmente deliciosa es el melocotón de viña de pulpa anaranjada y bien adherida al hueso central. Nombre que
recuerda al melocotonero que, antiguamente, solían plantar los campesinos, a partir de un simple hueso (semilla),
junto al pozo de sus huertos o viñas y que, si no se podan a menudo, dan unos melocotones pequeños, de piel mancha-
da, pero muy sabrosos. Un consejo: los mejores melocotones son los que crecen más cerca de donde terminan las ramas.

Los melocotones son una fruta ideal para el corazón y el aparato circulatorio sanguíneo, gracias a que aportan una bien proporcionada combinación de vitaminas antioxidantes: Betacarotenos (provitamina A), C y E, que combaten el desarrollo de los procesos de arteriosclerosis.

También aportan vitaminas del grupo B (B1, B2, B3 (niacina), B5) que intervienen
en los procesos metabólicos de las fibras musculares cardiacas, así como el potasio magnesio, que también nos sumi-
nistra esta fruta. Como sucede con la mayoría de las frutas: producen pronto sensación de saciedad, sin aportar apenas calorías, a la vez que su riqueza en potasio y agua, y pobreza en grasas y sodio, ejercen un beneficioso efecto diurético complementario (acción anti-hipertensiva).

Los buenos melocotones se han de recolectar maduros (no maduran bien fuera del árbol) y al ser una fruta bastante delicada, se han de consumir pronto. Este es quizá su principal inconveniente.

Extraído: FRUTAS PARA LA SALUD ,FREDERIC VINYES, FLOR DE LOTO