PERA

PERA

(Pyrus communis)

Blanca por dentro, verde por fuera, si no lo adivinas espera, es pera.

Decía el poeta que las peras son como grandes gotas de fruta jugosa que penden de los árboles que las producen, tras meses de riego, baños de sol y luz de luna. Una vez recolectadas, no se conservan tan bien como sus hermanas las manzanas ni son tan digestivas y su aporte en fibra soluble (efecto anticolesterol) y ácidos orgánicos también es algo menor. En cambio, son más refrescantes y contienen algo más de vitaminas (grupo B, C, E), minerales (potasio, magnesio, etc.), fibra insoluble (efecto laxante) y taninos (efecto astringente suave) que las crujientes manzanas.

Se cree que el peral silvestre es oriundo de una franja geográfica que alcanza desde las zonas templadas de Europa a las riberas del Mar Caspio. Lo cierto es que fueron los romanos quienes mejoraron su cultivo y consiguieron, mediante injertos, nuevas variedades, aunque lejos de las más de 3.000 que existen actualmente.
Además del goce que produce su consumo, sus efectos diurético y alcalinizante hacen de la pera una fruta especialmente indicada en personas que retienen líquido (edemas de Causa cardiaca y/o renal) y en hipertensos. Por otra parte, gracias a su efecto ligeramente astringente combate los estados inflamatorios intestinales y sus consecuencias (malas digestiones, flatulencias), siempre que no se consuman aun verdes (indigestas y laxantes). <br

Hay peras, como las Limoneras, las Erco/inas y las Conferencia que maduran de fuera a dentro, por lo que fácilmente sabremos cuando están maduras: cuando su piel amarillea pero aun no presenta manchas negras. En cambio, las variedades Blanquilla y Comicio maduran de dentro a fuera, de forma que si las notamos blandas al tacto es que ya están pasadas. Por lo general, las peras demasiado maduras presentan una pulpa muy blanda alrededor del pedúnculo (rabito) que las sostiene. Para evitar que la pulpa adquiera una textura granulada se recolectan aun verdes y se dejan madurar luego en cámaras frigoríficas. Las peras son una fruta frágil, muy sensible a los golpes, y no soportan bien los almacenamientos prolongados (no deben apilarse ni guardarse en recipientes cerrados que aceleran su deterioro), pero gracias a que hay variedades de verano (peritas de San Juan, Williams, etc.), otoño (Comicio, Conferencia, etc.) e invierno (Pasacrana, entre otras) podemos gozar de ellas durante casi todo el año.
Una vez alcanzado su punto ideal de maduración (su textura es entonces suave y tierna) son más aromáticas y su cuello cede ligeramente a la presión. Es el momento de consumirlas sin esperar demasiado, ya que es una fruta que se pasa enseguida.

Extraído: FRUTAS PARA LA SALUD ,FREDERIC VINYES, FLOR DE LOTO