NISPERO
Los nísperos de origen europeo (Mespi/US germanica) fueron cultivados y consumidos en tiempos pasados, pero hoy casi nadie los conoce y come (difícilmente se encuentran en nuestras fruterías), ya que su sabor es bastante áspero (por su riqueza en taninos) y sólo pueden degustarse Cuando están casi pasados. Su aspecto (los franceses les llaman “cul de chien”) no es el mismo que el de los nísperos que todos conocemos y apreciamos. Les nombramos nísperos a secas, pero en realidad se trata de los llamados nísperos del Japón (Eriobotryae japonica), originarios del sur de la China, y cuyo cultivo se ha aclimatado bien a las regiones de clima templado del planeta, como el área mediterránea.
No es una fruta muy rica en vitaminas (provitamina A, C, E…) y minerales (potasio, hierro, calcio…). Si que es de destacar, en cambio, la presencia de taninos, cuya acción astringente resulta especialmente beneficiosa en inflamaciones del tubo digestivo (gastroenteritis, enterocolitis) y en estados diarreicos. Por su contenido en agua, ácidos orgánicos (cítrico, málico), potasio y ciertas sustancias aun no bien estudiadas, es una buena fruta depurativa (Cura de nísperos: 3 días como único alimento), actuando beneficiosamente sobre las funciones hepáticas y renales.
Los nísperos contienen ésteres triterpénicos que ejercen un marcado efecto antivírico y, más concretamente, contra los virus responsables del resfriado común (rinovirus). La pena es que, al tratarse de una fruta de temporada (de abril a junio), solamente podemos disponer de ellos en primavera. Los llamados glucósidos sesquiterpenicos los terpenoides que presentan los nísperos ejercen un claro efecto antidiabético (a pesar de los azúcares naturales que contienen), demostrado en estudios científicos por parte de la Universidad de México, por lo que no deberían faltar en la dieta de los diabéticos tipo ll (no insulinodependientes.
Extraído: FRUTAS PARA LA SALUD ,FREDERIC VINYES, FLOR DE LOTO